martes, 28 de junio de 2022

Día #11: Shkodër - Valbonë

¡Nos vamos a la montaña! Dejamos las mochilas grandes en el alojamiento y las cambiamos por mochilas pequeñas para poder pasar tres días en la montaña albanesa. Los que nos conocéis ya sabéis que nosotros de montaña nada, que nos gusta hacer alguna caminata pero poco más, así que estamos algo nerviosillos. 

Reseña: Para empezar, vamos a situarnos. Los Alpes Dináricos es una cordillera que se extiende entre Albania, Serbia, Bosnia-Herzegovina, Montenegro, Croacia y Eslovenia. Ocupa casi 645 km. a lo largo de la costa del mar Adriático y su altura media es de entre 1.000 y 1.600 m., aunque hay picos que superan los 2.000. Son más modestos que los Alpes “originales”, sí, pero no por ello dejan de ser impresionantes. El nombre, por cierto, viene de Dinara, una montaña que está entre Croacia y Bosnia-Herzegovina, pero estando en Albania creo que podemos quedarnos con el apelativo de Alpes Albaneses sin que nadie se moleste. 

A las 6:30 de la mañana nos ha venido a buscar una furgoneta que ha ido recogiendo a más gente por los alojamientos de Shkodër. Hemos coincidido con una pareja de gaditanos con los que hemos estado cotorreando durante las casi dos horas de carretera de curvas en muy mal estado, que nos ha llevado hasta el embarcadero del ferry. 



La segunda parte del viaje es un regalo para la vista. Se trata de un recorrido en barco por el precioso lago Koman. Embarcaciones que, cada día, se llenan hasta los topes de locales y turistas. 


La espectacularidad del paisaje compensa el madrugón. Las impresionantes montañas que lo rodean le hacen asemejarse a esas entradas del mar formadas por glaciares. Pero realmente Komani no es un fiordo, sino un embalse artificial creado en los años ’70 sobre un inmenso valle por el que discurría el río Drina (el río más largo de Albania), con el objeto de crear una central hidroeléctrica. A pesar de ello, el enclave natural, entre enormes paredes rocosas llenas de vegetación, sigue siendo espectacular. Mide unos 34 km de largo y en algunos tramos tiene una anchura de 50 m. 




Resulta desconcertante y preocupante la presencia de plásticos y demás basura que se encuentra durante el trayecto por el Lago. Como dice el slogan de Ecoalf: ‘There is no planet b’. 


Tras algo más de 2 horas de trayecto desembarcamos en Fierze, donde nos espera una furgoneta destartalada que en 1 hora nos lleva montaña arriba hasta nuestro destino final: Valbona. 




Valbona, un solo nombre para nombrar el parque, el valle, el río que lo transita y un pequeño pueblo. Pero no es un pueblo como imaginamos, sino una colección de casas dispersas a lo largo del valle. La mayoría de las casas que hay aquí se dedican al turismo durante el verano y sobreviven como pueden durante el invierno frío e inhóspito. 







Reseña: Esta remota zona montañosa en el norte de Albania se ha desarrollado como centro turístico en los últimos años, gracias en gran parte al trabajo realizado por una americana y su pareja albanesa. Ellos no sólo han puesto Valbona en el mapa, sino que se han encargado de mantener y señalizar infinidad de senderos, hacer mapas topográficos de la zona y enseñar inglés a las familias que viven en el valle. Así, ahora prácticamente cada casa familiar de Valbona se dedica, además de a sus labores agrícolas y ganaderas, a alojar y alimentar a turistas. Una manera sencilla de complementar sus escasos ingresos durante la temporada veraniega.

Y como muestra de todo esto, nuestro hotelito en la montaña. Una familia gestiona esta casa con su propio huerto, colmenas, etc. Son cuatro habitaciones en mitad del bosque y con la ventaja de su ubicación, lo más cercano al trecking que haremos mañana. Aquí se respira tranquilidad, naturaleza…







La cena ha estado compuesta de productos locales, incluido el vino que ellos mismos elaboran.



Son las 8 de la tarde, anochererá pronto y no hay nada más que hacer, salvo disfrutar del entorno. 

Os seguiremos informando.



1 comentario:

  1. Hola chicos,
    No puede haber una manera más bonita y relajada de acercamiento a la montaña que esa excursión en Ferry y la casita de cuento.
    besitos.

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