Empezamos el día subiendo al Castillo de Rozafa, a 4 km. del centro. El castillo completa el eje de fortalezas defensivas que ordenó construir Skanderbeg para defenderse de los otomanos en la principal vía de comunicación de la parte norte del país.
El interior del castillo es amplio, aunque son pocas las construcciones que se conservan.
No obstante, merece la pena subir hasta aquí para contemplar la panorámica. Desde aquí se controla la ciudad de Shkodër, el grandioso lago homónimo y las montañas de Theth a lo lejos, a las que iremos mañana. Por si fuera poco, a sus pies tiene lugar la triple confluencia de los ríos Kir, Drin y Boj que desembocan en el lago.
En la lejanía se ve la Mezquita de Plomo, la mayor de Albania. A pesar de su abandono, es una de las más bonitas de los Balcanes. Sus 18 cúpulas pequeñas y la grande están cubiertas de plomo, de ahí su nombre. No tiene minarete porque lo destruyó un rayo.
Cambiamos de rumbo y enfilamos el camino hacia el Lago Shkodër, el mayor lago de los Balcanes (si bien es cierto que la mejor parte del lago está en Montenegro. De hecho estamos a escasos 5 kilómetros de la frontera).
Es una zona muy frecuentada por la gente local y donde destacan los restaurantes con las especialidades de pescado de lago. Nos hemos comido una anguila a la brasa.
Hoy nos retiramos pronto que mañana iniciamos el periplo hacia la montaña y toca madrugón.
Os seguiremos informando.
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