Día #14: Theth - Shkodër - Tirana

Menos mal que ayer decíamos que hoy no íbamos a hacer más montaña ni a subir desniveles. Pues desde Theth que está a unos 800 metros, hemos llegado a los 1.650…… pero en furgoneta!!!

Es impresionante cómo desde el fondo del valle, hemos ido ganando altura por una carretera estrecha recién asfaltada (menos mal), disfrutando curva tras curva de unas vistas espectaculares de estas montañas que nos han acompañado estos días y tanto hemos disfrutado. 

Pero el día había empezado mucho antes, ya que antes de desayunar, a eso de las 7 de la mañana, estábamos dándonos un paseo por el pueblecito, en solitario… o casi, y con una luz y una temperatura súper agradable. 

Hemos tardado 2 horas en llegar a Shkodër, donde nos esperaban las mochilas. Un pequeño refrigerio y al autobús camino de Tirana. Dos horas más de viaje hasta la capital y a eso de las 15:30 llegábamos al alojamiento. Calor sofocante es lo que nos espera estos días, con máximas de 37 que habrá que llevar lo mejor posible. 

Dicen que la capital de Albania no es ni mucho menos una ciudad espectacular, ni la más bonita, ni un lugar donde pasar muchos días. En Tirana no vamos a encontrar grandes edificios arquitectónicos, ni grandes atracciones turísticas, como en otras capitales de Europa. Lo iremos viendo. 

Nosotros de momento hemos aprovechado la tarde para acercarnos a la zona más turística, la Plaza Skanderberg, en honor al héroe nacional que nos lleva acompañando desde que pusimos un pie en Albania. Centro histórico y cultural de la capital, se trata de una enorme zona peatonalizada restaurada en 2015 alrededor de la cual todo pasa en Tirana. y por donde es imposible no pasar. Nos ofrece prácticamente la mayoría de los edificios de interés que ver en Tirana

Además, hay que repetir, ya que cada momento del día es diferente.

La primera impresión es que la gente vive la calle: parques repletos, heladerías con colas, terrazas a tope… Se nota además que la ciudad está en crecimiento. Con toques modernos y, sobre todo, un montón de grúas y edificios en construcción por todos lados.

Tras la cena un paseo para ir ubicándonos a la espera de poder empezar a exprimirla al máximo en los próximos días. 

Os seguiremos informando. 

Día #13: Theth (Cascadas Grunas & Blue Eye)

Tras el exigente recorrido de ayer nuestro objetivo de hoy era hacer una caminata por la zona. Lo que no pensábamos era darnos la paliza que nos hemos dado. Vamos por partes. 

Hemos desayunado como campeones en el alojamiento, una casita de estilo alpino (como las de las películas alemanas del sábado por la tarde en la 1). Y es que es el estilo que se lleva aquí. 

Después hemos iniciado el recorrido hacia las cascadas de Grunas. El acceso era sencillo y aún no había mucha gente cuando hemos llegado. 

Son de las más altas de Albania con su caída de 30 metros y un ruido ensordecedor. El paseo merece la pena. La cascada es preciosa con la poza de aguas cristalinas que forma a sus pies, y esos colores azules y verdes tan intensos. 

Además de la cascada, el otro rincón famoso de la zona (enmarcada en el Parque Nacional de Theth) es la piscina natural Blue Eye. Ambos lugares se pueden unir en un recorrido a pie de día completo, a lo largo del río.

El cañón del río, los rápidos que se forman, las pozas, las aguas cristalinas y con unos colores súper bonitos, la vegetación y, de telón de fondo, las montañas. El paisaje es impresionante. 

Cada vez son más los turistas que se acercan a Theth atraídos por las preciosas imágenes del Blue Eye. El camino hasta llegar allí es impresionante. Hemos tomado un sendero que se interna en lo más profundo de las montañas, atravesando cañones, cascadas, piscinas de piedra, bosques, puentes y escalas de madera. 

Al llegar hemos visto compensado con creces cada metro de ascenso. Esta piscina natural de aguas azul turquesa, alimentada por una cascada e inmersa en frondosa vegetación, es la joya de la corona del Parque Nacional: el punto más vistoso y espectacular de la zona. Así que sí, merece mucho la pena acercarse a verlo. 

Eso sí, el agua está gélida y tan solo nos hemos atrevido a meter los pies y refrescarnos. 

En total han sido 9 horas de caminata (incluidas paradas), y aunque sin grandes desniveles, nos hemos hecho ¡25 kilómetros! Pero, al igual que ayer, hemos disfrutado un montón de otra jornada llena de naturaleza.

Antes de cenar, una visita a la iglesia del pueblo (llama la atención lo verticales y puntiagudos que son sus tejados y sus dimensiones como de juguete en ese escenario de montañas que la arropan) y a la torre o kulle (que servía como torre de defensa).

Mañana abandonamos la montaña rumbo a Tirana. 

Os seguiremos informando.