lunes, 4 de julio de 2022

Conclusiones

CONCLUSIONES 

Tras 17 días recorriendo uno de los países más desconocidos de Europa (y eso que está ahí al lado), tenemos claro que Albania se va a convertir en uno de los destinos estrella del Mediterráneo en los próximos años, porque aún constituye uno de esos últimos rincones europeos plagados de autenticidad y carácter. 

Pero dicho esto, deben tener mucho cuidado con cómo gestionan todo lo que tienen, para que no se les vuelva en su contra. Ver cómo las playas están privatizadas, porque se construye hasta la línea de costa, para luego sembrar de hamacas y sombrillas es un hecho.Y cuando en unos años entren en la UE y en el Euro, ya veremos qué pasa con los precios.

Aunque la orografía montañosa del país lo dificulta, las carreteras que nos hemos encontrado presentan un buen estado y están en general bien señalizadas. Otra cosa es ver cómo conduce esta gente. Pero tras la experiencia de conducir  Georgia hace unos años, esto no ha sido para tanto.

Con una superficie algo menor a la de Galicia, la República de Albania es un país que lo tiene todo:

  • Ciudades Patrimonio de la Humanidad con un casco histórico soberbio, con castillos medievales, bazares…(Berat, Gjirokaster, Kruje).
  • Ciudades vibrantes más europeizadas (Tirana y Shkodër)
  • Playas y calas con el agua turquesa en su pequeña y preciosa Riviera.
  • Increíbles parajes alpinos de grandes montañas (Alpes Dinaricos).
  • Restos arqueológicos históricos muy antiguos (Butrinto y Apolonia).
  • Buena (y variada) gastronomía.
  • Unos precios reducidos (una media de 35€ por dormir con desayuno; y unos 15-20€ por comer 2 personas en restaurantes a la carta).
  • Y, sobre todo, gente muy amable. Fuera clichés, por favor, que los albaneses son abiertos y están con muchas ganas de agradar y de hacer las cosas bien, y eso se nota, dispensando un trato exquisito al visitante. Porque, ante todo, la personalidad de Albania es abrumadora.

En resumen, que volvemos encantados de esta nueva aventura. Íbamos con muchas expectativas que se han visto superadas jornada a jornada. ¡Gracias Albania!

Esperamos no haberos aburrido mucho con tanta historia, tanta foto, etc. y que nos sigáis en futuras aventuras en las que ya estamos trabajando. ¡ Mr. Planning no puede descansar !


Día #15 & #16:Tirana

Nota: esta entrada del blog resume los dos días completos que hemos estado en Tirana. 

Hoy ya descansados comenzamos a descubrir TIRANA. Y para ello, como no, volvemos a la Plaza Skandenberg, centro neurálgico de la ciudad. 

La Plaza está dominada por la gran Estatua ecuestre de Skanderberg, colocada en 1968 para conmemorar los 500 años de su muerte. De 11 metros de alto parece iniciar una larga cabalgadura junto al estandarte con el águila de dos cabezas. Hasta 1991, también había una estatua del dictador Enver Hoxha, pero que fue derribada durante la caída del comunismo por miles de manifestantes.


Son dos los edificios que no fueron destruidos durante el régimen comunista, la Torre del Reloj

…y la Mezquita de Et’hem Bey que pertenece a las conocidas como mezquitas coloreadas. Destacan los frescos en los muros y en el pórtico que representan árboles, cascadas y puentes, motivos que rara vez se ven en el arte islámico. Dentro, la pequeña sala de oración es una auténtica joya. 







Reseña histórica: Más que arquitectónica la importancia de esta mezquita es moral. Durante el régimen comunista las iglesias y mezquitas del país fueron cerradas hasta que, en el año 1991, 10.000 personas decidieron entrar a la fuerza en esta mezquita y ponerse a rezar. La policía no intervinió. Esto fue un hecho histórico sin precedentes y supuso un paso de gigante hacia la caída del comunismo albanés.

Otro edificio que destaca es el que alberga el Teatro de la Ópera y el Ballet Nacional de Albania.


Continuamos en la Plaza Skanderbeg, para recorrer las salas del Museo Nacional de Historia, el más importante de la capital y, probablemente, de todo el país, con tesoros arqueológicos y mucha información histórica desde la antigüedad hasta el fin del comunismo. Aquí había expuestos mosaicos, esculturas, etc. encontradas en ciudades que hemos visitado estos días.









La fachada principal del edificio está en restauración y no nos ha permitido disfrutar del mosaico gigante llamado “Los Albaneses” que muestra figuras antiguas y modernas de la historia de Albania.


En los alrededores de la plaza nos encontramos con más edificios de interés. Por ejemplo, La Catedral Ortodoxa de la Resurrección de Cristo, inaugurada en 2012 con una torre campanario espectacular y que de noche está muy bonita iluminada.








El colorido Monumento a la Amistad se colocó aquí en 2016 en conmemoración de la amistad entre el pueblo de Albania y el pueblo de Kuwait (de hecho presenta los colores de la bandera kuwaití)


Si la Plaza Skanderbeg es el corazón de Tirana, el Bulevard Deshmoret e Kombit es el eje de la ciudad. Conocidos como los Campos Eliseos de Tirana, este recorrido de un kilómetro y medio es la principal y gran avenida de la Capital. Aquí se encuentran algunos de los edificios públicos más importantes, además de otros bastante más modernos: el Palacio Presidencial, el Palacio de Congresos y la Universidad de Tirana como punto final de la larga avenida, son algunos de estos edificios. El Bulevard termina en la Plaza Madre Teresa  












Durante el recorrido nos hemos encontrado con el memorial al aislamiento comunista, que conmemora a los prisioneros políticos del país que sufrieron bajo el régimen de Hoxha. Los elementos que forman este lugar son uno de los pequeños búnkers que se encuentran por todo el país, una parte del Muro de Berlín y diferentes soportes de hormigón del famoso campo de trabajo de las minas de cobre de Spaç. 

En esta zona también encontraremos los típicos edificios comunistas grises pero reconvertidos con sus coloridas fachadas pintadas. Esta iniciativa fue gracias a su alcalde Edi Rama, quien sacó su lado más artístico y le dio un cambio radical al aspecto de la ciudad.


















Reseña histórica. Décadas de aislacionismo, edificios grises y racionalistas, feos bloques de viviendas comunistas, búnkeres por la ciudad, escasa iluminación, tendidos de cables cruzando las calles, caos de tráfico... No son los mejores titulares para la capital de un país, ¿no? Hasta que llegó el alcalde-pintor. El líder socialista Edi Rama, actual primer ministro de Albania, fue alcalde de Tirana entre 2000 y 2011 y se empeñó en intentar cambiar su ciudad desde la alegría y el optimismo. El polifacético Rama es todo un profesor de la Academia de Artes, pintor, jugador de la selección nacional de baloncesto e hijo de un escultor. En su juventud promovió reuniones estudiantiles y lideró varios movimientos pro-democracia. Además de trabajos urbanísticos y de naturalización de la ciudad, como la peatonalización de la Plaza Skanderbeg o la plantación de miles de árboles, sus políticas sobre las fachadas son palpables. Su idea fue tan simple como ingeniosa: pintar las fachadas con colores lisos y con graffitis. Convirtió feos edificios soviéticos en atracciones turísticas, transformó el color en vida, en positivismo, logrando que sus habitantes mirasen el futuro con esperanza. Edi Rama fue nombrado el mejor alcalde del mundo en 2004 por la organización City Mayors.

Atravesamos diferentes puentes para introducirnos en el barrio de Blloku.



Antiguamente, este barrio era una zona exclusiva donde residía el líder comunista Enver Hoxha y las familias de los miembros del Gobierno y del Partido del Trabajo de Albania. Una especie de burbuja prohibida al resto de ciudadanos que no podían acceder, ya que era una zona vigilada. Blloku no aparecía ni en los mapas pese a estar en el centro de Tirana. Ahora es el barrio más ‘cool’, donde podemos encontrar tiendas de marca, cafeterías, restaurantes y bares, y donde la gente local aprovecha para reunirse.




Como ya hemos contado en anteriores entradas, Albania está repleto de búnkeres construidos entre 1968 y 1983 debido a la paranoia y el miedo constante del dictador Enver Hoxha a ser atacado por potencias extranjeras. Hoy día, la población se ha acostumbrado a convivir con ellos reutilizando muchas de sus instalaciones, ya que es mucho más barato dejarlos que destruirlos. De entre los búnkeres de Albania, destaca el Bunk ́Art 2, en pleno centro de Tirana, el antiguo búnker antinuclear del Ministerio del Interior.



Recrea la historia de la Sigurimi (la KGB albanesa) la policía política que fue el arma dura de persecución utilizada por el régimen de Hoxha. Hemos recorrido parte de los 3 km de salas y túneles que fueron construidos para proteger a la cúpula del partido y al gobierno comunista.






Sin alejarnos mucho, la calle peatonal Murat Toptani, es una zona agradable para pasear, lejos del ruidoso tráfico, llena de bares, cafeterías y tiendas para turistas. Al final de la calle están los restos del antiguo castillo de Tirana, del cual hoy sólo se conserva una antigua muralla. 









Dos parques dan un aire de frescura a la ciudad, en estos días tan calurosos. Estamos a 37°C y estas cooling stations se agradecen. 


Pero sin lugar a dudas, de entre todas las cosas que nos estamos encontrando, lo que más nos llama la atención es que Tirana avanza rápido y está en constante evolución urbanística. Se están desarrollando muchos proyectos que pueden localizarse fácilmente por la gran cantidad de grúas que hay. En 3-5 años la Tirana que hemos estamos viendo estos días no se parecerá en nada. Multifuncionales rascacielos de diseño (apartamentos, oficinas, hoteles, restaurantes…): Forever Green Tower, MET Building Tirana, Downtown One, Hotel Marriott y el Estadio Nacional son algunos ejemplos de esta explosión urbanística. 














…en contraste con edificios bastante destartalados:





Ubicado en una pequeña plaza rodeado de bares y restaurantes, Pazari I Ri, un pequeño bazar muy animado por las mañanas que ocupa el lugar del antiguo bazar demolido a mediados del s.XX.







Aquí hemos probado una bebida popular en Albania y otros países balcánicos que no conocíamos llamada Boza. Se trata de una bebida fermentada hecha a partir de maíz y trigo, con una consistencia espesa y un sabor dulce ligeramente ácido. ¡Nos ha encantado!

También hemos caído (de nuevo) en la dulce tentación de probar otro trilece en Reka, una pastelería tradicional que data de 1924. 



Siguiendo con el apartado gastronómico, y dedicado a todos los que os consideráis un poco foodies, hemos disfrutado muchísimo en algunos de los mejores restaurantes del país (el trabajo de Mr. Planning ha merecido la pena). 

  • En Oda, verdadera cocina albanesa casera (fërgesë (requesón con pimientos) y lakror con yogur fresco) en un patio ajardinado. 



  • En Mullixhiu, cocina creativa de mercado sobre la tradición albanesa, en un interior que parecía una cabaña. Aquí nos hemos venido arriba y hemos pedido el menú degustación: Ensalada calabacín con uvas y flores de calabacín; Sopa de arroz germinado y hierbas con kofte; Carrilleras de ternera con queso sobre pasta Fli y sopa de miel; Setas crudas con Kale y reducción de balsámico; Trahana (Plato antiquísimo típico albanés a base de trigo fermentado); Cabrito con polenta; Pastel de frutos rojos; y Boze con mantecado. Sin palabras!!!








  • Y para descansar de tanto sabor albanés, y dado que las influencias gastronómicas aquí son muy variadas (turcos, griegos, italianos…), nos hemos acercado a Ejona a comer un risotto trufado y unos raviolis de espinacas con tomates secos. 


Los garitos que hay por la ciudad están puestos con un gusto exquisito. La decoración de los diferentes ambientes con los que cuentan (zona interior, patio y terraza) no te hacen pensar que estés en una ciudad como Tirana. Aquí algunos ejemplos (Noor, Radio Bar, Komiteti)









Las calles más comerciales (que no hay muchas, la verdad), están conformadas por tiendas a pie de calle y en los bajos, algo curioso.





Y con esto damos por concluida nuestra estancia en Tirana y en Albania. Publicaremos una entrada resumen en los próximos días, con nuestras impresiones del país.

Os seguiremos informando.